26/03/2018
Si posees una vivienda, ya sabrás que cada año te llega el recibo del IBI. Pero, ¿qué es el IBI? El Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) es un tributo directo de carácter local que grava la titularidad que tengamos sobre cualquier bien inmueble. Cuando se trata de viviendas, la cantidad a pagar puede variar, según fija la Ley Reguladora de Haciendas Locales, entre el 0,4% y 1,1% de la valoración de tu propiedad, que es la base imponible sobre la que se aplica este impuesto y viene determinada por el catastro.
Las cantidades a pagar, sin embargo, pueden fluctuar cada año en función del catastro y del municipio donde se encuentre tu casa. Si tienes un piso en Valencia, notarás que el IBI subirá en 2018, mientras que si posees uno en Almería seguramente pagarás menos en el próximo recibo. En Alquiler Seguro te explicamos por qué.
El impacto de la revisión del catastro en el IBI
El año pasado, tuvo lugar una revisión general del catastro a la que se acogieron 2.452 municipios, entre ellos 14 capitales de provincia: Badajoz, Cádiz, Córdoba, Granada, Huelva, Huesca, Tarragona, Teruel, Valencia, Ávila, Almería, Santander, Jaén y Lleida. La medida, que los ayuntamientos pueden solicitar cada cinco años para actualizar los precios de los inmuebles en función del precio de mercado en el entorno, tuvo impactos distintos en el IBI: mientras provocó su subida en 1.895 municipios, hizo que bajara en 557 localidades. ¿A qué se deben estas diferencias?
La respuesta es simple: si tu municipio no había realizado una revisión a fondo de los valores catastrales entre 1984 y 2003, la valoración de tu piso se ajustó al alza, ya que los inmuebles han ganado valor desde entonces. En cambio, si tu localidad actualizó el catastro entre 2004 y 2011, te habrán notificado que el valor de tu piso se ha reducido, porque los precios han descendido desde la burbuja inmobiliaria.
La valoración de mi piso ha cambiado, pero sigo pagando el mismo IBI. ¿Por qué?
Es necesario resaltar que, aunque la revisión del catastro influye en el IBI, no determina directamente el importe final del impuesto. Al tratarse de un tributo de carácter municipal, corresponde al municipio decidir los porcentajes del IBI, sus descuentos y bonificaciones y las fechas y modalidades de pago.
Así, tu ayuntamiento puede decidir, por ejemplo, rebajar los porcentajes del IBI para compensar una revisión del catastro al alza, lo que equilibraría el importe final. Pero, del mismo modo, también puede aprovechar la actualización catastral para incrementar el porcentaje del IBI con el objetivo de aumentar la recaudación pública.
Además, la valoración de tu vivienda también puede variar de un año a otro, pues los Ayuntamientos pueden solicitar pequeños ajustes de los valores catastrales anualmente, aunque deban esperar cinco años para una revisión profunda y completa.
En los pisos de alquiler, ¿quién paga el IBI?
En la mayoría de los casos, es común que el pago del IBI lo asuma el propietario, porque es la titularidad la que grava. Sin embargo, se dan casos en los que arrendador e inquilino acuerdan otra distribución del coste, que siempre debe quedar reflejada en el contrato de alquiler.