09/08/2024
El problema de la inquiocupación sigue presente en España. Pese a que empresas con empresas como Alquiler Seguro cuentas con la garantía de que nunca tendrás que preocuparte por los impagos de la renta, muchos particulares que alquilan su vivienda de forma independiente pueden encontrarse con que su arrendatario resulta ser un moroso profesional.
La morosidad es un problema que persiste en el mercado del alquiler. Sin embargo, debemos distinguir entre aquellos inquilinos que no pueden pagar la renta mensual de forma puntual debido a problemas financieros, de aquellos profesional especializados en estafar a los propietarios para acceder a una vivienda mediante un contrato legal para dejar de pagar a los pocos meses.
Que tu inquilino sea un moroso profesional no solo es una preocupación económica, ya que dejas de percibir unos ingresos con los que cuentas cada mes, sino que además supone un riesgo de destrozos y desperfectos en tu vivienda durante el tiempo que está siendo ocupada, lo que puede aumentar aún más los costes para el propietario.
Un moroso profesional es un estafador especializado en aparentar que es el inquilino ideal. Pero existen algunos indicios que pueden hacerte sospechar que te encuentras ante esto. En este artículo te damos algunas pistas para que los identifiques.
- El inquilino moroso suele tener mucha prisa por firmar el contrato cuanto antes, con excusas verosímiles con las que busca generar empatía en el propietario para que entienda su situación y acceda a ayudarles.
- Este tipo de estafadores asegura que el dinero no es un problema para ellos, e incluso se ofrecen a pagar varios meses por adelantado. Esta es una de las estrategias más habituales, por lo que no conviene fiarse de que seguirán pagando después.
- Otro de los indicios que apuntan a que estamos ante un moroso profesional son los retrasos e irregularidades a la hora de presentar la documentación requerida para la firma del contrato. Aparentan tener un perfil socioeconómico muy bueno, pero acostumbran a poner trabas para demostrarlo con documentos.
- Los inquilinos morosos intentan que no quede nada por escrito, insistiendo en que prefieren cerrar el contrato de forma verbal. No confíes nunca en esto, y recuerda que siempre es preferible formalizar el contrato con todas las garantías.
- Es habitual también que insistan en dejar la titularidad de los suministros a nombre del arrendador, un indicio de que pretende transmitir las deudas futuras al propietario.
- Otra señal de alerta es que entren a vivir a la vivienda más personas de las que figuran en el contrato. Debes tener en cuenta que todos los inquilinos mayores de edad deberán figurar en el contrato, por lo que si detectas esta práctica deberás prestar atención a posibles problemas que puedan surgir en el futuro.
- Por último, otro indicio de que tu inquilino podría ser un “inquiocupa” serían las dificultades para ponerte en contacto con él. Con los primeros impagos, inventará excusas para hacerte creer que pagará más adelante y retrasar así que puedas tomar medidas cuanto antes. Incluso podrá ignorar tus intentos de contactarle, con dificultades como que tenga el teléfono siempre apagado o fuera de cobertura.