30/09/2014
Por todos es sabido que a la hora de realizar reformas o reparaciones importantes y que supongan un cambio en la estructura del inmueble, el inquilino siempre ha de tener el consentimiento previo del arrendador. Sin embargo, existen pequeñas modificaciones que se pueden realizar en la vivienda y que aunque siempre aconsejamos que se consulten, no es imprescindible. Recuerda que una vez finalizado el contrato de alquiler, hay que devolver el inmueble en el mismo estado en el que se entregó.
Pequeñas reformas y reparaciones
Pintura y paredes
Muchos inquilinos cuando se instalan en su nuevo hogar deciden personalizarlo y darle un toque a su gusto. El arrendatario puede realizar esta pequeña reforma bien pintando, empapelando la pared… Modificaciones que siempre permite volver al estado original del piso sin problemas.
Suelos nuevos
Reformar el suelo es posible, pero sólo aquellas mejoras que no supongan una obra y que permita ser desinstalado fácilmente a la hora de finalizar el contrato de alquiler. Suelos de click, adesibles o vinílicos son algunas propuestas que dan un aire nuevo a las estancias.
Nueva iluminación
Sustituir lámparas, y guardar las antiguas en un armario a buen recaudo, modificar bombillas por LED de bajo consumo, cambiar los embellecedores del interruptor por unos más modernos o personalizados. Todas estas reformas puedes acometerlas sin problemas en tu piso de alquiler.
Mobiliario
En el caso de que tu piso de alquiler tenga muebles, puedes personalizarlos de tal forma que no sufran ningún daño y que puedan volver a su estado original cuando quieras. Los vinilos siempre son un gran aliado, fáciles de colorar, no manchan ni estropean y puedes retirarlos sin problemas.
Nuestro consejo: Las reformas y reparaciones en un piso de alquiler siempre es aconsejable consultarlas al propietario, aunque estas sean pequeños cambios reversibles como los que os hemos expuesto ;-)