16/08/2024
Un inquilino que no paga el alquiler se convierte en un quebradero de cabeza para los propietarios de una vivienda. Existen verdaderos profesionales dedicados a presentarse como los candidatos ideales para acceder a tu propiedad mediante un contrato legal, para después dejar de pagar y convertirse en “inquiocupas”.
Con empresas como Alquiler Seguro, este tipo de riesgos desaparecen, ya que cuentan con herramientas para escoger a los mejores inquilinos y ofrecen la garantía de morosidad cero para que no te tengas que preocupar por los impagos. Sin embargo, muchos particulares alquilan sus viviendas sin apoyo profesional, y son más susceptibles de caer en este tipo de estafas.
Desalojar a un moroso profesional de tu vivienda es un proceso largo y complejo, ya que conocen las artimañas legales para demorar en el tiempo su expulsión. En este artículo te contamos cómo proceder si te encuentras en esta situación y quieres recuperar tu inmueble cuanto antes.
Si tu inquilino no paga y sospechas que se trata de un estafador profesional, lo primero que debes hacer es tratar de llegar a un acuerdo. Si no es posible, deberás reclamar la deuda mediante un escrito oficial, como un burofax o un requerimiento notarial, en el que fijes un plazo para el pago y adviertas de que, en caso de no hacerlo, acudirás a la vía judicial.
Si, como es de esperar, tu inquilino no paga, deberás presentar una reclamación por vía judicial lo antes posible. Podrás exigir el pago de la deuda, solicitar el desahucio para recuperar tu vivienda, o ambas. El arrendatario podrá oponerse a tu demanda, la mejor forma para alargar el proceso y llegar a juicio.
En caso de que el moroso profesional alegue que se encuentra en una situación de vulnerabilidad, el proceso puede complicarse aún más. La Ley de Vivienda obliga a informar a las autoridades y a ofrecer asistencia social, así como a responder a cuestiones como si la vivienda es la residencia principal del inquilino, si el propietario es considerado un "gran tenedor" o si el arrendatario se encuentra en una situación económica vulnerable.
En cualquier caso, el desalojo se acabará produciendo inevitablemente. En términos generales, el proceso legal de desahucio por falta de pago de un inquilino moroso puede demorarse entre seis y ocho meses. Además, en el caso de morosos profesionales, están familiarizados con las estrategias legales para prolongar al máximo su permanencia en el inmueble, lo que puede retrasar aún más la solución.
Pero no solo a eso. A lo que se demora el proceso de desahucio, hay que sumar el tiempo que el propietario ha tardado en descubrir que su inquilino es un moroso profesional, ya que habitualmente suelen dar excusas e incluso pueden llegar a realizar pagos puntuales para aparentar normalidad y retrasar aún más que el arrendador empresa medidas judiciales. Si se tiene en cuenta esto, puede llegar a alargarse hasta los dos años.