02/03/2018
En ocasiones, el propietario de un piso alquilado puede decidir vender el inmueble durante la duración del contrato. ¿Es esto posible? La respuesta es sí, pero bajo unas circunstancias concretas, como la inscripción o no del contrato en el Registro de la propiedad y la inclusión de determinadas cláusulas, que te explicamos en Alquiler Seguro.
Contratos inscritos en el Registro de la Propiedad
Si el contrato de arrendamiento está inscrito en el Registro de la Propiedad, el propietario puede vender el piso, pero debe saber que el contrato se mantendrá en vigor hasta que expire, pasando todos los derechos y obligaciones al comprador. El inquilino, por tanto, no tiene que abandonar el inmueble, aunque sí que se debe cambiar la titularidad del propietario en el contrato de arrendamiento, para que esté a nombre del nuevo comprador.
Contratos no inscritos en el Registro de la Propiedad
En este caso, todo depende de si el contrato incluye una cláusula de renuncia a la adquisición preferente o no. Si se especifica esta renuncia por parte del inquilino, el arrendador tiene todo el derecho a vender el piso. Solo debe comunicar la venta al arrendatario con al menos 90 días de antelación, tiempo en el que este deberá abandonar la vivienda.
Si, por el contrario, no se firmó esta cláusula y el propietario vende el inmueble sin comunicárselo al inquilino, este podrá ejercer su derecho a retracto. Es decir, dispondrá de preferencia para comprar la vivienda, en el plazo de 90 días, al mismo precio que iba a pagar un tercero.
La mejor solución: una comunicación clara y abierta
Nuestro consejo, para cualquiera de los tres escenarios descritos, es abrir un canal de comunicación claro y abierto con el inquilino desde que decidas poner en venta la vivienda. Exponer tus intenciones claramente e intentar llegar a un acuerdo evitará problemas y hará el proceso mucho más fluido. Ten en cuenta que la colaboración del arrendatario será clave para que los potenciales compradores puedan hacer visitas al piso.