21/02/2023
A la hora de poner nuestra vivienda en alquiler, siempre es recomendable darle “un lavado de cara”, es decir, renovar su imagen en la medida de lo posible para hacer el piso más atractivo. Sin embargo, cambiar el mobiliario puede resultar caro. Por eso, puede ser una gran idea darle una segunda vida a los muebles que estén en buenas condiciones dándoles una mano de pintura blanca. De esta manera, algunas piezas pasadas de moda pueden convertirse en otras más bonitas e incluso vintage.
¿Qué muebles podemos pintar?
En realidad, casi todos los muebles se pueden pintar: mesas, sillas, incluso existe en el mercado una pintura especial para azulejos, que te permitirá cambiar por completo el cuarto de baño y la pared de la cocina con un acabado realmente bueno.
Eso sí, tendrás que tener en cuenta dos aspectos: escoger una pintura de calidad con una buena adherencia y tener en cuenta que si la superficie del mueble está algo deteriorada, puede que tengas que lijar o decapar antes de aplicar un tapaporos y pintar.
¿Qué pintura elegir?
En el mercado hay infinidad de productos para pintar los muebles. Por eso, lo mejor es consultar con el experto de la tienda, en función de si optamos por esmaltes acrílicos o sintéticos, si se necesita imprimación o no, si debemos lijaar el mueble antes…
Pero si hay un tipo de pintura que es tendencia es la chalk paint. Sus ventajas son muchas: su gran adherencia hace que no sea necesario imprimar previamente, con ella se pueden pintar todo tipo de muebles por su enorme resistencia y, además, permite conseguir acabados muy atractivos, tanto lisos como envejecidos.
¿Cómo aplicar la pintura?
Si sigues las recomendaciones del experto de tu tienda, el resultado será perfecto. No es difícil. Lo primero que debemos hacer es dejar lista la superficie, limpiándola, lijándola e imprimando, de ser necesario.
Lo ideal es aplicar la pintura con un rodillo bien escurrido y haciendo varias pasadas. Para el caso de lugares a los que no llega el rodillo, como las molduras, debemos emplear una paletina. Y, si hay que aplicar más de una capa, es fundamental respetar los tiempos de secado.
Elegir el acabado perfecto
Hacer una renovación casera de nuestros muebles nos permite también escoger el acabado en función, por ejemplo, de donde se colocará la pieza o qué estilo tendrá la vivienda.
Los más sencillos son los acabados lisos, perfectos, por ejemplo, para muebles de cocina.
Pero en otras estancias puedes dar un toque diferente a las piezas, combinando una base de un color con una capa superficial de otro. También puedes dar un aspecto envejecido con cera especial. Por un lado, puedes combinar una base de un color con una capa superficial de otro. Por otro, es fácil envejecer o dar a los muebles un acabado en decapé con ceras especiales.
Como ves, pintar los muebles no es especialmente complicado. Si además cambias elementos como tiradores o herrajes, tendrás mobiliario nuevo sin haber gastado mucho. Seguro que a partir de ahora empiezas a mirar esos muebles viejos de otra forma.
Si además te apetece realizar algún otro tipo de reforma, no dudes en ponerte en contacto con nuestra empresa de reformas y decoración AS Reformas.
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