05/12/2013
Cada día me encuentro con más casos de parejas que en su día compraron un piso sobre plano y, que a la hora de la entrega, no hay pareja, pero sí hipoteca y, además, para toda la vida.
Durante los años del “boom inmobiliario” muchos jóvenes decidieron invertir en PAU´S y obra nueva, a través de cooperativas y promotoras, comprando sobre plano y esperando pacientemente a la entrega de llaves. Eran tiempos de bonanza, en el que la cultura de la compra-venta estaba en auge, y no se pensaba en nada más, que en tener un piso en propiedad, pero ahora… ¿Qué hacer con el piso y separados?
La realidad del mercado
Los últimos datos sobre el precio de la vivienda, cifran un descalabro del 39,1% desde el 2007, sólo en septiembre el precio se ha ajustado un 9,2% respecto al año pasado. La vivienda ya no es un bien especulativo y los bancos continúan sin conceder crédito financiero y, si lo conceden, sólo lo hacen para los pisos que tienen ellos en stock, por lo que el particular tiene pocas opciones para vender.
Por si esto fuera poco, durante el tiempo que se mantiene una vivienda cerrada a la espera de comprador, pueden ser años, el piso continúa generando gastos, entre 2000 y 2400 euros al año en mantenimiento ¡sin utilizarla!
Descartadas por tanto, las opciones de vender o dejar el piso cerrado, sólo existe una forma de rentabilizar, alquilar.
La mano del profesional del alquiler
Con el fin de evitar encuentros incómodos, discusiones con el ex y la falta de acuerdo entre ambas partes, las parejas optan por recurrir a profesionales como práctica habitual.
La mano del profesional del alquiler, consiste en gestionar el arriendo del antiguo nidito de amor de forma objetiva y en beneficio de ambas partes, la rentabilidad es para ambos, sin discusiones entre medias. Pero a las ya conocidas ventajas de la garantía de cobrar la renta, la búsqueda de inquilino o el asesoramiento jurídico, se suma la de poderte independizar de tu pareja y cubrir parte de la hipoteca.