09/01/2025
Dividir un piso para alquilar sin segregar es una opción atractiva para muchos propietarios que buscan maximizar sus ingresos. Este enfoque permite transformar un piso grande en varias unidades de alquiler sin tener que pasar por el proceso de segregación legal, lo cual implica una serie de trámites y costes adicionales.
¿Qué es dividir sin segregar?
Dividir un piso sin segregar significa modificar el espacio interior para crear unidades de alquiler separadas, pero sin llevar a cabo una segregación registral. Es decir, el propietario no crea nuevas propiedades legales en el Registro de la Propiedad, sino que divide el espacio interior para alquilarlo a diferentes inquilinos de manera independiente, mientras que la propiedad sigue siendo una sola unidad en términos legales.
¿Qué hay que hacer para dividir un piso sin segregar?
Si estás pensando en dividir un piso para alquilar sin segregar, debes seguir varios pasos para hacerlo de manera legal:
- Consultar la normativa local: Antes de realizar cualquier cambio, es muy importante conocer las normativas locales y las leyes de propiedad que puedan afectar a lo que quieres hacer, ya que en algunas zonas pueden existir ciertas restricciones para la subdivisión de viviendas.
- Obtener los permisos de obra: Aunque no se realice una segregación formal, es necesario obtener una licencia de obra que permita hacer las modificaciones necesarias en el inmueble, como la creación de nuevos espacios o instalación de nuevos suministros.
- Realizar las obras: Una vez obtenidos los permisos correspondientes, se pueden llevar a cabo las obras para la división de la vivienda.
- Asegurarte del cumplimiento de la cédula de habitabilidad: Las nuevas unidades deben cumplir con las normativas de habitabilidad para garantizar que son aptas para vivir y que pueden ser alquiladas legalmente.
Ventajas y desventajas de dividir sin segregación
Ventajas:
- Mayor rentabilidad: Al dividir un piso en varias unidades, puedes aumentar tus ingresos ya que alquilar más espacios.
- Ahorro en trámites legales: Evitar el proceso de segregación formal te permite ahorrar en los gastos y tiempos en el registro de propiedades.
- Flexibilidad: Puedes adaptar el espacio a las necesidades de diferentes inquilinos, como aquellos que buscan viviendas más pequeñas o compartidas.
Desventajas:
- Limitaciones fiscales: Al no haber segregación formal, no puedes beneficiarte de las ventajas fiscales que se aplican a las propiedades segregadas.
Por otro lado, aunque no se segrega formalmente, cada parte del piso debe contar con un contrato de alquiler independiente, que regule el uso de las áreas privadas y comunes.
Las regulaciones sobre este tipo de propiedades pueden varias según la comunidad autónoma, por lo que es importante estar informado sobre estas normativas.
Dividir un piso para alquilar sin segregar es una opción rentable, pero debe hacerse con precaución, asegurando el cumplimiento de la normativa local y consultando con profesionales para evitar problemas legales.
