31/01/2020
Cuando llega el invierno siempre pensamos en ahorro. Y es que el frío esta asociado a tener que poner la calefacción en casa y esto, a su vez, a el aumento del gasto y a facturas desorbitadas. A la hora de escoger un tipo de calefacción para una vivienda es importante tomar en consideración muchas cosas, entre ellas, el gasto y su efectividad, esto es, poder calórico. Analizamos los distintos tipos de calefacción para vivienda y sus costos ¡atentos!
El sistema de calefacción de una vivienda determina en gran parte su consumo energético y, por tanto, el costo de las facturas. Hoy en día, podemos encontrarnos seis tipos diferenciados de calefacción en una vivienda: eléctrica, gasoil, butano propano, gas natural y pellet. ¿Cuál es la mejor?
La calefacción más económica en una vivienda
Eléctrica
Entre sus ventajas se encuentra su fácil montaje, pues solo necesita ser anclada a la pared y conectarla a la red. Sin embargo, la calefacción eléctrica no esta pensada para lugares fríos, pues es el sistema más caro para calentar un hogar, al depender directamente del precio de la luz. Por tanto, es ideal para sitios cálidos o para ponerla muy puntualmente. Por otro lado, la calefacción eléctrica o el calor azul requieren de otro sistema para calentar el agua, como termos o calderas eléctricas, un gasto y problema más.
Gasoil
Tal y como ocurre con la calefacción eléctrica, se trata de uno de los sistemas de calefacción más caros para una vivienda. Además de requerir una instalación (exterior o subterránea) muy costosa, se depende directamente del precio del gasoil, por tanto, esté es variable y caro. Por otro lado, es el sistema de calefacción más contaminante, no recomendable para cuidar el medioambiente.
Gas Butano
Es común encontrarlo en viviendas donde no hay otros sistemas de calefacción como el gas natural o la eléctrica. De rápida actuación, en apenas unos minutos se logra calentar una estancia, sin embargo, tampoco es un sistema ideal para zonas muy frías, sino templadas. Su coste varía, según el precio de la bombona que aproximadamente oscila entre los 10-17 euros.
Para aquellas personas que utilicen estufas de gas butano, es importante que tomen una serie de medidas de seguridad y ventilación, así como estar siempre pendiente de posibles apagones o de cuándo se acaba la bombona.
Gas Propano
El gas propano se considera el gas limpio ya que reduce las emisiones de CO2, no es tóxico y su combustión es limpia. Más económico que el butano y que la electricidad es común encontrarlo en comunidades de vecinos y viviendas individuales. En un sistema pensado para zonas frías y entre otras ventajas, el propano se puede utilizar tanto para la calefacción, como para cocinar o para el agua caliente.
Gas natural
Requiere de una instalación por parte de la compañía suministradora, pero se trata de uno de los más prácticos y económicos dentro de los gases. Además, como ocurre con el propano, sirve para calefacción, cocina y para tener agua caliente. Este tipo de calefacción es regulable y pensada para zonas frías.
Pellet
Hoy en día, se trata del sistema de calefacción más económico y sostenible del mercado. Aunque lo cierto es que hay que realizar una inversión importante para adquirir una estufa o casette de pellet, lo cierto es que esta se acaba amortizando. Según el tamaño de chimenea que se escoja, su calor puede abarcar una o varias estancias, aunque es cierto que si quieres que cubra varias habitaciones tienes que realizar una pequeña “reforma” en la que instalar rejillas para que el calor pase por toda la casa. Su gran poder calorífico y durabilidad lo convierten en el mejor sistema de calefacción para una vivienda, además el coste de los sacos de pellet, de 15 kilos aproximadamente, apenas superan los cuatro euros y según el uso que se dé, pueden llegar a durar una semana.
¿Por qué sistema de calefacción te decantas en tu vivienda? ¿Cambiarías el que tienes? ¡Cuéntanoslo!