18/10/2022
Cuando un propietario decide poner su vivienda en alquiler, la principal preocupación suele ser cómo hacerlo de la forma más segura posible. Al fin y al cabo, lo que se busca es disfrutar de la rentabilidad que ofrece la propiedad en arrendamiento sin renunciar a la tranquilidad y evitando imprevistos desagradables.
La solvencia del inquilino
El riesgo más común y también el más temido es la posibilidad de impago, por eso el proceso de selección del inquilino debe realizarse correctamente:
- Se debe conocer su solvencia. Normalmente este factor viene determinado por sus ingresos y su trayectoria/estabilidad laboral, por lo que debemos revisar sus últimas nóminas y contrato de trabajo.
- Es importante investigar si se ha visto envuelto en conflictos con otros propietarios. Para eso podemos consultar ficheros de morosos y/o pedir referencias a sus caseros anteriores.
- Otro cortafuegos para los problemas de impago es la exigencia de un aval, que es el compromiso que adquiere un tercero sobre los pagos que asume el inquilino. Existen dos tipos:
- Aval personal. Se trata de otra persona, normalmente familiar, que respondería a la deuda del inquilino en caso de que este no pagase.
- Aval bancario. Es una entidad financiera la que responde por el inquilino. Este tipo de aval resulta más fiable por la solvencia que se les presupone a las entidades bancarias. El problema, es que conseguir este tipo de avales puede ser más complicado para el solicitante.
Sin embargo, la dificultad con la que se encuentran los potenciales inquilinos para conseguir un aval puede limitar el acceso a las viviendas cuyos propietarios lo exigen. Y, por ende, también puede suponer una dificultad extra para que estos últimos encuentren arrendatarios.
- Exigir uno o dos meses de fianza, con vistas a cubrir cualquier desperfecto que pudiera ocurrir.
Evitar sanciones
Del lado del propietario, debemos tener en cuenta que podemos ser sancionados si no cumplimos con la normativa en ciertos aspectos:
- La vivienda debe estar en perfecto estado y contar con el Certificado de Eficiencia Energética en regla.
- El precio debe ser adecuado en cuanto a valor de mercado, por lo que viene bien consultar los precios de la zona en viviendas con condiciones similares a la nuestra.
- Se debe elaborar un contrato por escrito conforme a la Ley de Arrendamientos Urbanos para que ambas partes cuentes con protección legal.
- A la hora de recuperar la vivienda, el propietario lo puede hacer antes de que finalice el contrato en el caso de que se de alguno de estos tres supuestos:
- El propietario necesita la vivienda para él.
- El propietario necesita la vivienda para un familiar de primer grado de consanguineidad (padres e hijas).
- El propietario necesita la vivienda para su pareja en caso de separación. En este caso es necesario una sentencia que lo acredite.
La respuesta: Alquiler Seguro
Dejando el arrendamiento de tu vivienda en manos de Alquiler Seguro contarás con el respaldo de una empresa líder en este mercado, que se encargará de todas las cuestiones mencionadas y todas las que pudieran surgir.
En base a la importancia de todo lo que hemos explicado en este artículo, Alquiler Seguro ha desarrollado un sofisticado sistema que se ocupa de ello, de manera que los inquilinos pueden despreocuparse de estas cuestiones. Así, desde el comienzo del proceso y mientras dure la relación entre arrendatario y arrendador, Alquiler Seguro proporciona una gestión integral que garantiza el 0% de morosidad a los propietarios.