26/11/2012
Por Eduardo Fresno
Hace unas semanas, el Gobierno aprobó la primera fase de medidas de protección de deudores hipotecarios, de esta forma se paralizarán los desalojos durante dos años para las personas afectadas que cumplan los siguientes requisitos:
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Casos en los que la unidad familiar no supere en 3 veces el nivel de renta del IPREM(Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples) esto es, rentas que no sobrepasen los 19.164 euros.
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Personas cuya cuota hipotecaria supere el 50% de los ingresos netos.
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Familias numerosas o con menores de 3 años.
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Unidades monoparentales con al menos dos hijos menores a su cargo.
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Deudores en paro y que hayan agotado la prestación por desempleo.
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Familias en las que alguno de sus miembros se encuentre en situación de discapacidad, dependencia o enfermedad grave y que le incapacite para realizar alguna actividad laboral.
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Personas en algunos supuestos de violencia de género.
Las viviendas en alquiler quedan excluidas de la norma y esta sólo se aplicará a las ejecuciones hipotecarias, lo que resulta de sentido común, puesto que sería injusto que por la mala praxis de las entidades financieras, los pequeños propietarios se vieran perjudicados cuando un moroso profesional no quiere pagar.
A estas medidas, se añade la propuesta de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, de crear un parque de viviendas destinadas al alquiler social, con una renta baja y razonable para aquellos que se han quedado sin domicilio y que provendrán del stock de las entidades financieras, ahora en manos del FROB. Haberlas puesto en venta hubiese supuesto repetir errores pasados.
No obstante, con un stock de más de un millón de viviendas en España sin vender, es fundamental que apostemos por cambiar el viejo paradigma de la compraventa especulativa y nos planteemos la solución que ofrece el alquiler, más, sabiendo las consecuencias que nos ha traído el boom inmobiliario especulativo, la peor crisis económica y financiera que recordamos.
Según datos de Eurostat, oficina estadística europea, en España el número de viviendas en propiedad es del 83% del parque inmobiliario, frente al 17% de pisos en alquiler. Es decir, muy lejos de Suiza, que es el país europeo con mayor número de viviendas en oferta de alquiler (57%), Alemania (46,8%) o Francia (38%). Si queremos escapar del antiguo paradigma que nos llevó a la situación que tenemos ahora, estos datos han de cambiar, para conceder a la vivienda el uso por el cual fue concebida: el habitacional.